28 de marzo de 2011

What Does Social Justice Mean to YOU?

7 de marzo de 2011

El incendio en la fábrica “Triangle Shirtwaist” y el Día Internacional de la Mujer: Cien años después

El primer Día Internacional de la Mujer conmemoró una manifestación de trabajadoras que se había realizado en Nueva York en 1857. Pero el suceso que marcó la celebración moderna del Día Internacional de la Mujer fue el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist en esa misma ciudad, el 25 de marzo de 1911, que causó la muerte de 146 trabajadoras, la mayoría de ellas jóvenes inmigrantes. De las cenizas de ese trágico evento surgió la llama de la búsqueda de justicia social para mujeres y hombres. Cien años después, esa llama sigue ardiendo en todo el mundo. OIT EnLínea informa desde Nueva York sobre el incendio que cambió para siempre la historia.

Artículo | 8 de marzo de 2011
NUEVA YORK – Hace poco, en un gélido día de invierno en esta ciudad, las tiendas y boutiques a lo largo de Green Street no podían ocultar una placa que conmemora uno de los eventos más trágicos de la historia del mundo del trabajo, ni silenciar lo que parecía ser el eco de sirenas lejanas.
“Me encontraba en medio de una multitud de jóvenes bien vestidos, de numerosas tiendas de ropa, cuando de repente encontré la placa en el edificio donde se lee que fue allí que 146 mujeres murieron a causa de las llamas o tratando de escapar del fuego. Me quedé paralizada”, dijo Jane Hodges, Directora de la Oficina para la Igualdad de Género de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante una reciente misión en Nueva York para participar de la 55a Sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer.
“Al oír el viento glacial que ululaba en las calles aledañas, casi podía escuchar las sirenas sonando años atrás”.
La placa que atrajo el interés de Jane Hodges señala el lugar en donde un incendió causó la muerte de 146 mujeres –la mayoría de ellas jóvenes trabajadoras inmigrantes de Europa Oriental y Meridional– en sólo 20 minutos. El incendió ocurrió el sábado 25 de marzo de 1911 en la Fábrica Shirtwaist Triangle, donde ellas cocían “shirtwaists” (blusas), como se llamaba entonces a las camisas de mujeres.
Atrapadas detrás de puertas cerradas con llave y fuera del alcance de las escaleras de los bomberos, las jóvenes mujeres murieron quemadas o, en su desesperado intento por escapar del calor y las llamas, al saltar de las ventanas del noveno piso de la fábrica. La única escalera de emergencia se desplomó bajo el peso de las mujeres que, aterrorizadas, trataban de huir.
Apenas un año antes se había organizado una huelga sin éxito en todo el sector textil –incluyendo la fábrica Triangle– en un intento por obtener el reconocimiento de los sindicatos y mejores salarios y condiciones de trabajo. Los propietarios de Triangle se rehusaron a concederlos.
En la actualidad, el impacto del incendio en la fábrica Triangle aún se siente en todo el mundo. El mismo dotó de importancia a la celebración del primer Día Internacional de la Mujer y ejerció una marcada influencia sobre los ideales fundadores de la OIT. Hoy en día sigue inspirando a la Organización en la búsqueda de la justicia social y de mejores condiciones de trabajo, en todo lugar y momento donde esto sea posible.
Y también continúa habitando el edificio que ahora forma parte del campus de la Universidad de New York, y que este año albergará una serie de exposiciones y actividades conmemorativas en torno a este tema.
“Estas mujeres no podían acercarse a hablar con el propietario; tenían que fumar a escondidas porque no tenían permiso para comer”, dijo Jane Hodges. “Recibían bajos salarios, trabajaban largas horas, el sábado en este caso, y las puertas estaban cerradas con llave. No tenían derechos, ni protección legislativa o representación laboral. Era la clásica 'fábrica clandestina', a un paso de la esclavitud”.
Jane Hodges agregó que, en parte inspirada en tragedias como ésta, “la OIT difunde en el mundo el mensaje de que necesitamos trabajo decente para todos con el fin de evitar que este tipo de eventos catastróficos vuelvan a suceder”.
“¿Cómo habría resultado la historia si esas mujeres hubiesen tenido acceso a un trabajo decente?”, reflexionó Jane Hodges. “¿Si hubiesen tenido el derecho a organizarse? No habrían muerto a causa de la falta de derechos. Es por esto que el trabajo decente no es sólo un concepto, sino algo real e importante. La OIT continuará luchando por el trabajo decente y los derechos en el trabajo siempre que pueda. Sólo hace falta recordar el incendio en la fábrica Triangle”.   

Día Internacional de la Mujer 2011

¡La recuperación de la crisis también ha de beneficiar a la mujer ! 
Día Internacional de la Mujer 2011 
La crisis: Grandes diferencies regionales. 
El impacto de la última crisis económica en el empleo sigue afectando a todos los trabajadores, hombres y mujeres, en muchos países. Las medidas de recuperación futuras deberían seguir explorando vías innovadoras para crear empleo decente con el fin de garantizar que las mujeres –junto con los hombres – tengan igual acceso a una educación y formación mejores que les permitan obtener un empleo. Tal como afirma la Comisión de la Condición Jurídica y  Social de la Mujer de las Naciones Unidas, las mujeres deberían tener las mismas oportunidades que los hombres en las profesiones científicas y tecnológicas, a medida que surgen nuevos empleos y se recuperan los que ya existían. En los países desarrollados y de ingresos medios la tasa de desempleo de las mujeres era, en promedio, superior a la de los hombres antes de la crisis, pero la pérdida de empleos en sectores como las manufacturas y la construcción, en los que se emplea tradicionalmente a los hombres, ha tenido una mayor incidencia en la tasa de desempleo de estos últimos. Según los datos de la OIT recogidos en las “Tendencias mundiales del empleo de 2011”, la tasa de desempleo de los hombres en 2010 se mantuvo al 6 por ciento, mientras que la de las mujeres fue del 6,5 por ciento.  
En las economías desarrolladas y la UE, las tendencias en relación con la tasa de actividad ponen de relieve efectos diferenciados en función del sexo, pues la tasa de actividad de los hombres desciende del 69 por ciento en 2007 al 68,4 por ciento en 2009, frente a un aumento del 52,7 por ciento al 53,1 por ciento en el caso de las mujeres durante el mismo período. Los efectos relativamente más pronunciados en los hombres se deben, principalmente, a que las industrias más afectadas por la crisis, incluidos el sector de la construcción y los servicios financieros, se caracterizan por emplear porcentajes elevados de hombres. No obstante, la tasa total de empleo de los hombres superó a la de las mujeres. 
A nivel mundial, el número de trabajadores pobres aumentó en 40 millones más de lo que se habría esperado según las tendencias previas a la crisis y el desglose por sexo para el “desempleo vulnerable” muestra que, en 2009, el 48,9 por ciento de los hombres y el 51,8 por ciento de las mujeres se enfrentaron al gran desafío que representa encontrarse en circunstancias precarias siendo uno de los miembros de la familia que aportan ingresos o un trabajador por cuenta propia. Existe una clara segregación de las mujeres, a quienes se confina en sectores que se caracterizan generalmente por salarios bajos, largas horas de trabajo y, a menudo, acuerdos de trabajo informales, como pone de manifiesto la situación en el África Subsahariana. 
Con más del 75 por ciento de los trabajadores del   África Subsahariana en condiciones de empleo vulnerable, y con alrededor de cuatro de cada cinco trabajadores subsistiendo con sus familias con menos de 2 dólares de los Estados Unidos al día, las economías de esta región se enfrentaban ya a enormes problemas en materia de trabajo decente antes del comienzo de la crisis. 
Las desigualdades de género se hacen patentes en la tasa superior de mujeres que trabajan en condiciones de empleo vulnerable, en comparación con la de los hombres, así como en las tasas de pobreza de mujeres trabajadoras y que superan a las de los hombres en 22 de los 27 países de los que se dispone de datos.